Podemos imaginar el asombro de Rodrigo de Balçategui cuando allá por 1469 encontró una virgen entre unos espinos. Como dice Garibay, en su Compendio historial, a este moço pastor se le apareciesse en aquel profundo sobre una espina verde, una devota ymagen de la virgen MarÃa, de pequeña proporción con la figura de su hijo precioso en los braços, una campana, a manera de grande cencerro al lado.
Pero se nos hace más difÃcil imaginar cuál serÃa su asombro si hoy pudiese visitar la nueva BasÃlica de Aranzazu. Esa obra magna de vanguardia de la que se acaba de cumplir el primer cincuentenario. Para hacernos una idea, lo más adecuado serÃa visitar el templo.
Pero una aproximación a sus aspectos más artÃsticos, a la creación arquitectónica y escultórica, se puede realizar ahora mismo en la Ganbara de KOLDO MITXELENA Kulturunea.
Ésta es una imagen parcial de la exposición...
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